Desde el Ciclo Orientado de Ciencias Naturales se puso en marcha el proyecto Jornadas de cine en la escuela, comenzando con las efemérides del mes de marzo y abril.
En el marco del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, se llevaron a cabo actividades con los estudiantes de cuarto, quinto y sexto año del Ciclo Orientado de Ciencias Naturales, pero esta propuesta hizo que se sumara, además, la especialidad de Ciencias Sociales. Cabe recordar que la escuela cuenta con más de 1100 estudiantes en el nivel secundario, pero la proyección fue sólo para los estudiantes a partir de 14 años de edad.
En la oportunidad proyectamos en el Salón de Actos de la Institución Educativa la película Iluminados por el fuego (2015).
Desde la recuperación del orden constitucional en el año 1983, los meses de marzo y abril
presentan dos fechas muy significativas sobre el pasado reciente. El 24 de marzo y el 2 de abril
recordamos sucesos dolorosos para nuestra sociedad que, sin embargo, tenemos la obligación
de recuperar para acompañar la elaboración de una memoria colectiva, enriquecer la
democracia y construir una sociedad basada en el respeto por los derechos humanos, la
responsabilidad ciudadana, la igualdad y la solidaridad. El abordaje escolar de estas efemérides
es clave en todos los niveles del sistema educativo, mientras que su tratamiento es estratégico
para generar espacios de reflexión y acción pedagógica que permitan continuar y multiplicar la
construcción de la memoria y el compromiso con la defensa del estado.
Reconocemos el valor pedagógico del cine para mostrar “otros mundos” que permiten identificar
rasgos de la propia experiencia y así contemplarla, pensarla, cuestionarla o transformarla. Al
mismo tiempo, reconocemos que el arte cinematográfico posibilita otros modos de relación con
el saber, diferentes de los tradicionalmente definidos. Las películas conmueven, movilizan,
inquietan; es esa misma agitación la que ofrece la oportunidad de conocer y reconocernos en
las representaciones fílmicas. Sin embargo, a pesar de la simplicidad que aparentemente reviste
la práctica de mirar una película, incluso dentro del contexto del aula, alcanzar ese potencial
pedagógico que promete el cine demanda comprender sus particularidades. La reflexión a partir
de una obra cinematográfica requiere pensar sobre el cine mismo: en tanto medio y lenguaje,
representación y narración, como experiencia artística y en sus otras múltiples dimensiones.
Deviene entonces necesario encuadrar el trabajo pedagógico con lo cinematográfico en el marco
más amplio de una pedagogía de las imágenes, que permita concebirlo en su compleja red de
relaciones, entenderlo en los procesos de producción, circulación e interpretación que tienen
lugar en un régimen visual que lo condiciona. En efecto, las películas ponen a disposición un
sinnúmero de experiencias, representadas de forma ficcional o documental. Con el apoyo de una
pedagogía del cine, estas experiencias pueden constituir un objeto de análisis en la formación
de nuestros estudiantes. La potencialidad de los recursos fílmicos se vuelve particularmente
relevante en la escuela moderna que obliga a construir nuevas formas de seguir enseñando.